25/08/08

Solanas denuncia la “destrucción” del sistema ferroviario*

El dirigente y cineasta acusa al gobierno de los Kirchner de ser “incapaz” de recuperar el servicio de trenes.

Nueva estación. Pino Solanas vuelve al documental político y social que ya abordó en Memorias del saqueo y otros dos films.
La distancia que separa el megaproyecto del tren bala de las estaciones abandonadas puede ser simétrica a la que tiene Fernando “Pino” Solanas con el gobierno de los Kirchner. Casi tan profunda como las diferencias que tuvo con el gobierno de Carlos Menem, que cubrió con su euforia privatizadora la propiedad de los servicios públicos. La presentación de su película La próxima estación fue la excusa para que el cineasta y referente del espacio político Proyecto Sur analizara la necesidad de reconstruir la red ferroviaria y planteara los perjuicios del traspaso del sistema a manos privadas.

“Lejos de haber proporcionado un servicio de mejor calidad y eficiencia, se multiplicaron los accidentes y nunca los pasajeros recibieron un maltrato semejante”, explica Solanas a Crítica de la Argentina. En la película marca la reducción de los servicios ferroviarios y el retrato de ochocientos pueblos que quedaron al borde de la desaparición. Como Patricios, a 280 kilómetros de Buenos Aires, que tuvo seis mil habitantes y se redujo a una décima parte. Pino Solanas no se ríe cuando suelta que su nuevo documental “es una historia con ribetes policiales... porque se han robado todo”.

“Para los pueblos que no tienen acceso pavimentado a las carreteras, que son cientos, miles, el tren era todo. El tren significaba el comercio interregional, comerciar con los pueblos vecinos pequeñas cosas, como la miel, la pequeña producción. Todo eso se perdió con la desaparición de los trenes urbanos.”

La precaria situación ferroviaria es denunciada en el documental por técnicos, trabajadores, pasajeros e, incluso, por dos conductores que siguen en funciones. Dante Miranda y Ramón Duarte, maquinistas de La Fraternidad, se atreven a arremeter contra el sindicato de conductores de trenes. Para Elido Veschi, secretario general de la Asociación Personal de Dirección de Ferrocarriles (Apedefa), quien participó de la película, los viajes hacinados en el tren, las frecuentes demoras, los robos, los accidentes y los problemas mecánicos son parte de la decisión de favorecer “negocios vinculados al transporte automotor”.

Pino Solanas aporta su mirada: “En un mundo donde se acaba el petróleo y donde seguramente el año que viene estará en doscientos dólares, preocupa la falta de previsión de la reconstrucción del sistema de transporte argentino”. Y agrega: “En cinco años, los Kirchner han sido incapaces de reconstruir el sistema ferroviario. Hoy nos cuesta dos veces más que antes de la privatización y tenemos sólo el 20 por ciento de los trenes que teníamos antes”.

En busca de un “penta” social

“Falta una película sobre los recursos naturales de la tierra y la contaminación, que ya está filmada la mitad. En ese momento terminaría este fresco de cinco películas, que en algún momento le pondré un nombre. Pero se acaba ahí”, dice Fernando “Pino” Solanas.

La próxima estación sucede a La Argentina latente, un documental que apuntaba a proyectar los avances científicos y tecnológicos del país y la posibilidad de una independencia a partir de ellos. Antes había sido el turno de La dignidad de los nadies sobre la vida de personas anónimas y solidarias, la segunda película de la serie que comenzó con Memorias del saqueo sobre el vaciamiento económico de la Argentina.

* Publicado en la Sección El País de Diario Crítica, el 25 de agosto de 2008.

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